Ley integral de salud mental está a un paso de ser sancionada


La salud mental en Colombia está cerca de dar un paso histórico. Luego de superar los cuatro debates reglamentarios y alcanzar la conciliación entre Cámara y Senado, la Ley Integral de Salud Mental solo necesita la sanción presidencial para convertirse en norma oficial.
El proyecto, liderado por la representante a la Cámara por Bogotá del partido Alianza Verde, Olga Lucía Velásquez, nació en septiembre de 2022 con la creación de la Comisión Accidental de Salud Mental. Desde entonces, ha sido fruto de un trabajo participativo que incluyó mesas técnicas con expertos, profesionales del sector salud y organizaciones sociales, todos coincidiendo en la necesidad urgente de transformar el enfoque estatal hacia la salud mental.

¿Qué transforma esta ley?
La Ley Integral de Salud Mental actualiza y fortalece la Ley 1616 de 2013, ampliando su alcance y modernizando sus estrategias. Ahora, la salud mental será entendida no solo como la atención de trastornos, sino como un componente esencial del bienestar individual y colectivo.

Financiación asegurada y permanente
Uno de los logros más significativos de esta ley es la creación de una subcuenta específica de salud mental dentro del Marco Fiscal de Mediano Plazo. Esto significa que los programas relacionados con salud mental ya no dependerán de la voluntad política del momento, sino que contarán con recursos anuales garantizados desde el Presupuesto General de la Nación. El Ministerio de Salud, además, deberá asignar partidas permanentes para campañas de prevención y promoción.

Nueva arquitectura institucional
La ley crea una Instancia Directiva de Salud Mental, bajo el Viceministerio de Salud Pública, con funciones de articulación intersectorial. Esto permitirá coordinar acciones entre salud, educación, trabajo y justicia, garantizando un enfoque integral y preventivo.

También se fortalece el Observatorio Nacional de Salud Mental, que ahora tendrá un enfoque territorial, permitiendo generar informes detallados y periódicos con datos clave sobre factores de riesgo, determinantes sociales y evolución de las estrategias implementadas. El observatorio también incluirá capítulos especiales sobre salud mental en contextos laborales y educativos, dos entornos críticos en el desarrollo emocional de las personas.

Derechos para la población carcelaria y adolescentes
Un punto clave de la ley es el fortalecimiento del artículo 167 del Plan Nacional de Desarrollo, el cual garantiza programas psicosociales y de acompañamiento espiritual para personas privadas de la libertad. Se prohíbe el aislamiento de personas con trastornos mentales mientras estén bajo tratamiento en Unidades de Tratamiento Especial (UTE), y se extiende esta garantía al Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, un avance significativo en términos de derechos humanos.

Un paso hacia una Colombia más saludable
La representante Olga Lucía Velásquez celebró la aprobación de la ley como un avance crucial:

“La salud mental no es la ausencia de trastornos, es el equilibrio y la armonización entre el cuerpo y la mente. Esta ley le devuelve a los colombianos la posibilidad de vivir con dignidad emocional”.

Con la aprobación en el Congreso ya completada, el siguiente y último paso es la sanción presidencial, que debe realizarse en un plazo máximo de dos meses. De concretarse, Colombia contaría con una legislación moderna, con enfoque preventivo, humano y con recursos garantizados, capaz de responder a los desafíos crecientes en salud mental.

Este hito legislativo marca un cambio de paradigma: la salud mental dejará de ser el último eslabón del sistema de salud para convertirse en una prioridad nacional.

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