Naranjatón 2.0 en Tolima: 12 toneladas de naranja llegaron a Ibagué con apoyo del Ejército y se vendieron en tiempo récord

La fuerza del campo colombiano volvió a brillar. En una jornada que combinó esfuerzo campesino, respaldo institucional y solidaridad ciudadana, 12 toneladas de naranja cultivadas en la vereda San José Caños del Tetuán, en San Antonio, Tolima, fueron movilizadas durante 11 horas hasta Ibagué y vendidas en su totalidad en solo 12 horas en el Parque Manuel Murillo Toro.

Este hecho se convirtió en un símbolo del poder de la unión entre el campo y la ciudad, dejando ingresos aproximados de 18 millones de pesos para 20 familias campesinas de la región.

Un viaje de esperanza desde el corazón del Tolima

La travesía inició en la vereda San José Caños del Tetuán, donde campesinos cargaron las 12 toneladas de naranja con el propósito de llegar a Ibagué y vender directamente su cosecha. El recorrido duró 11 horas, con caminos complejos que reflejan las dificultades de acceso que viven a diario las comunidades rurales.

Sin embargo, esta vez no estuvieron solos. El Ejército Nacional, a través de la Sexta Brigada y su Batallón de Acción Integral, acompañó el proceso de transporte, brindando seguridad y apoyo logístico para que la fruta llegara fresca y sin contratiempos a la capital tolimense.

Solidaridad que se convirtió en ventas

Al llegar a Ibagué, la Naranjatón 2.0 tomó forma en el Parque Manuel Murillo Toro. En menos de medio día, ibaguereños, visitantes, comerciantes y compradores se volcaron a apoyar la causa campesina, logrando que toda la producción se vendiera en tiempo récord.

El evento se consolidó como un verdadero mercado campesino, donde la ciudadanía tuvo la oportunidad de comprar fruta fresca, sin intermediarios y a precios justos, mientras apoyaba directamente a las familias productoras.

Aliados estratégicos en la jornada

El éxito de la jornada no fue casualidad. Además del Ejército Nacional, la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) desempeñó un papel fundamental en la organización y coordinación del evento.

A esta alianza se sumaron influencers campesinos como Sentipensante TV, Prudencio Tolima, El Agricultor y Jhon Fredy Rodríguez del Tolima, quienes difundieron la iniciativa en redes sociales y ayudaron a movilizar a la ciudadanía hacia el parque central de Ibagué.

La combinación de apoyo institucional, fuerza militar, comunicación digital y solidaridad ciudadana convirtió la Naranjatón 2.0 en un ejemplo de cómo el trabajo colectivo puede transformar la realidad campesina.

Más que ventas: dignidad campesina

El balance final dejó 18 millones de pesos en ingresos directos para 20 familias rurales. Pero más allá de las cifras, el evento representó una siembra de esperanza y dignidad.

Los campesinos no solo lograron vender su cosecha sin intermediarios, sino que también sintieron el respaldo de la sociedad y del Estado en un momento en que el abandono rural suele ser la regla.

Con este resultado, se envió un mensaje claro: las cosechas campesinas sí pueden convertirse en progreso cuando hay compromiso y unión.

El respaldo del Gobierno y el Ejército Nacional

El Gobierno del presidente Gustavo Petro, a través de la Agencia de Desarrollo Rural, ha insistido en la necesidad de fortalecer la economía campesina y garantizar que los productores puedan comercializar sus cultivos de manera justa.

La presencia del Ejército Nacional, por medio de la Sexta Brigada, fue clave para que la fruta llegara a su destino. Su apoyo mostró cómo la Fuerza Pública puede desempeñar un rol positivo al garantizar que los alimentos del campo colombiano lleguen a la mesa de los ciudadanos.

Un camino hacia el futuro

La Naranjatón 2.0 dejó una lección: cuando el campo y la ciudad trabajan juntos, todo es posible. La experiencia en Tolima no solo permitió vender fruta, sino que también sembró confianza en la posibilidad de construir un modelo económico más justo y sostenible.

Ahora, las familias campesinas esperan que esta iniciativa se replique en otros territorios y que el esfuerzo conjunto siga escribiendo una nueva historia para el campo colombiano.

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