La relación diplomática entre Colombia y Estados Unidos enfrenta un nuevo desafío. El presidente Gustavo Petro advirtió que más de 15.666 ciudadanos estadounidenses, que actualmente se encuentran en situación irregular en el país, deben regularizar su estadía conforme a la legislación colombiana. Este pronunciamiento ocurre tras la decisión del gobierno de Estados Unidos de congelar las citas consulares en su embajada en Bogotá, como represalia por la negativa de Petro a aceptar vuelos de repatriación de ciudadanos colombianos deportados.
Regularización y respeto a la libertad
El presidente Petro, en un mensaje público, dejó en claro su compromiso con los principios de libertad y dignidad humana. "Los ciudadanos norteamericanos que lo deseen pueden estar en Colombia, yo creo en la libertad humana. Pero están irregulares más de 15.666 y por las leyes colombianas deben regularizar su estadía", declaró. Además, subrayó que su Gobierno no recurrirá a medidas agresivas o discriminatorias para enfrentar esta situación: "No me verán jamás quemando una bandera gringa o haciendo una 'ratzia' para devolver los ilegales esposados a EE. UU. Los libertarios de verdad jamás agrediremos la libertad humana".
El mandatario también aprovechó la oportunidad para contrastar su postura con lo que describió como prácticas autoritarias adoptadas por otros gobiernos, afirmando que su administración actuará de manera justa y respetuosa hacia los extranjeros en el territorio nacional.
Contexto de tensiones bilaterales
Esta declaración ocurre en medio de una creciente tensión entre los dos países. Estados Unidos, a través de su embajada en Bogotá, anunció recientemente el cierre indefinido de su sección de visas como respuesta a la negativa de Colombia de recibir dos vuelos de repatriación de migrantes colombianos. Esta decisión afecta directamente a miles de ciudadanos colombianos que requieren tramitar visas para viajar a Estados Unidos por motivos laborales, educativos o familiares.
El Departamento de Estado estadounidense ha calificado la acción del presidente Petro como una medida que contradice acuerdos previos entre ambos gobiernos. Por su parte, Petro ha reiterado que su postura se fundamenta en garantizar un trato digno y respetuoso para los colombianos deportados y en rechazar el uso de aviones militares para estos procedimientos.
Llamado a la unión latinoamericana
En el marco de esta controversia, Petro también hizo un llamado a la unión de los países latinoamericanos para abordar de manera conjunta los desafíos relacionados con la migración y el narcotráfico. Como presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el mandatario solicitó a su homóloga hondureña, Iris Xiomara Castro, que convoque una asamblea extraordinaria de presidentes de la región.
"Un millón de latinoamericanos han caído asesinados por la prohibición contra la cocaína y la marihuana, mientras el vino, el whisky y el tabaco, que matan más, son legales", declaró Petro, subrayando la necesidad de una nueva configuración del mercado de drogas en América. Además, afirmó que si Estados Unidos persiste en rechazar la presencia de migrantes latinoamericanos, los países del sur deben fortalecer su cooperación y unidad.
Regularización como prioridad
En cuanto a los ciudadanos estadounidenses en situación irregular en Colombia, Petro indicó que se aplicarán los procedimientos establecidos por la ley, que incluyen la opción de solicitar visas temporales o permanentes, según corresponda. Aunque no se han anunciado operativos específicos, el Gobierno podría implementar mecanismos para facilitar el cumplimiento de estas normativas.
La situación pone de manifiesto una problemática global: la necesidad de abordar la migración desde una perspectiva humanitaria y cooperativa, evitando medidas unilaterales que puedan afectar negativamente a las relaciones internacionales.
Reacciones y posibles implicaciones
El pronunciamiento de Petro ha generado diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Mientras algunos sectores políticos en Colombia respaldan la postura del mandatario como un ejercicio de soberanía, otros advierten que la tensión con Estados Unidos podría tener repercusiones económicas y diplomáticas.
En el corto plazo, el cierre de la sección de visas en Bogotá y la exigencia de regularización para ciudadanos estadounidenses podrían complicar los intercambios académicos, culturales y comerciales entre ambos países. Sin embargo, Petro ha insistido en que estas decisiones buscan garantizar el respeto mutuo y fortalecer la soberanía nacional.
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