El Consejo Nacional de Planeación (CNP) presentó el Seguimiento 2025 al Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022–2026 “Colombia, Potencia Mundial de la Vida”, un informe de carácter técnico y ciudadano que analiza el nivel de cumplimiento de las metas del Gobierno entre mayo de 2024 y junio de 2025. El documento, construido con insumos del Departamento Nacional de Planeación (DNP), consejeros sectoriales y organizaciones de la sociedad civil, ofrece una radiografía detallada de los avances y rezagos en el tercer año de ejecución del PND.
El informe revela luces y sombras. Aunque varios sectores muestran progresos importantes, también se identifican brechas profundas que requieren correctivos urgentes y una articulación institucional más sólida. El análisis abarca áreas claves como educación, economía, mujeres, desarrollo social, ambiente, agenda afrocolombiana y territorialidad.
Uno de los hallazgos más sensibles se presenta en el sector Mujeres, donde se advierte un retraso significativo en la adjudicación de tierras para mujeres rurales. El CNP hace un llamado directo a la Agencia Nacional de Tierras, el DNP y el Ministerio de Agricultura para acelerar estos procesos y garantizar mecanismos financieros que permitan una equidad real en el acceso a la propiedad. La entidad recuerda que el cierre de brechas rurales es un eje estructural del PND y que su cumplimiento no puede seguir aplazándose.
En materia educativa, el informe señala que el país requiere mayor inversión en innovación, investigación y formación doctoral, además de una articulación más efectiva con el sector privado. El CNP resalta la necesidad de fortalecer la calidad educativa para responder a las demandas actuales de competitividad y productividad, especialmente en ciencia, tecnología e industrias creativas.
El panorama económico tampoco es alentador. Aunque el primer semestre de 2025 mostró una leve recuperación del 2,4 %, persisten señales de alerta: contracción en la construcción e industria manufacturera, presión fiscal y pérdida de confianza en sectores clave. El informe advierte que estos factores podrían comprometer el ritmo de ejecución del PND y la capacidad del país para sostener su crecimiento.
En el sector Social, el déficit habitacional llegó al 32,7 %, un aumento preocupante impulsado principalmente por la mala calidad de las viviendas existentes. El CNP destaca que este problema no se debe a la falta de oferta, sino a la ausencia de condiciones mínimas de habitabilidad, servicios públicos o espacios adecuados. La falta de una política pública sólida, sumada a la baja inversión y la dispersión de los subsidios, ha impedido cumplir la meta de reducción del déficit.
El eje Ecológico también evidencia retos profundos. Aunque algunos indicadores presentan avances parciales, el CNP insiste en que estos no reflejan la realidad de la deforestación, la protección de líderes ambientales ni la transición hacia la bioeconomía y la economía circular. La entidad afirma que Colombia se encuentra en un punto decisivo para transformar su modelo productivo y que cualquier retraso podría comprometer metas ambientales a largo plazo.
Una de las alertas más fuertes se da en el sector Afrocolombiano, donde los indicadores del PND dirigidos a estas comunidades muestran apenas un 38,34 % de cumplimiento. El CNP señala un rezago grave y pide mayor transversalización de la agenda étnica en todas las políticas públicas.
Desde los territorios, los Consejos Territoriales de Planeación reportan desarticulación entre niveles de gobierno e inflexibilidad presupuestal que limita la gestión local, especialmente en regiones apartadas.
La presidenta del CNP y vicepresidenta de estudios económicos de la ANDI, Imelda Restrepo, señaló que “la planeación debe volver a ser un diálogo real entre el Estado y la ciudadanía”. Agregó que los territorios, las mujeres, los pueblos afrocolombianos y las comunidades rurales siguen pidiendo ser escuchados, y que solo con participación efectiva podrá construirse un país más justo y equitativo.
El CNP concluye que este ejercicio de seguimiento no solo evalúa el cumplimiento del PND, sino que invita a abrir espacios de diálogo entre Gobierno y ciudadanía para construir políticas públicas coherentes con las realidades del país.
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